Plenilunio
PLENILUNIO.
En las noches de luna llena el viejo marinero se sienta junto a la ventana y mientras fuma su pipa espera pacientemente hasta verla pasar.
Primero es un resplandor sobre los médanos que se va corporizando a medida que desciende. Los rasgos de su cara y las formas de su cuerpo desaparecen bajo la cascada de su cabellera y la deslumbrante túnica blanca. El viento sopla sin rozarla, mientras ella camina con paso lento hacia la playa.
Desde su sitio, inmóvil, él la sigue hasta que la figura de la muchacha se deshace en espuma, y Entonces su mirada se hunde en el mar.
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Úrsula Buccio
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